La visión de Paul Strassmann La paradoja de la innovación

Ninguna de mis columnas en ComputerWorld ha generado tantos comentarios como el análisis sobre la paradoja de la innovación. A los lectores les preocupaba la ausencia de una correlación entre los gastos en Tecnologías de la Información (TI) y los beneficios corporativos, que es posiblemente la forma más exacta de definir y medir la paradoja. En las cartas se afirma que el rápido descenso en los precios de los ordenadores desktop, y la explosión en el uso de Internet, son prueba evidente de ganancias en productividad como consecuencia de la utilización de los ordenadores. El hecho de que ninguno de estos desarrollos se haya manifestado hasta ahora favorablemente en los datos financieros corporativos no parece convencer a nadie.

Una importante revista especializada en TI ha aportado una nueva respuesta a la paradoja del ordenador, sugiriendo que la innovación basada en la Tecnologías de la Información es la fuente de la creación de valor comercial. La revista clasificó en orden de importancia 500 empresas de Estados Unidos de acuerdo con sus capacidades innovadoras. Las empresas que realizan actividades de e-business, planificación de recursos de empresa, minería de datos, portales de empresa o actividades de actualidad similares recibieron “medallas” de oro, plata o bronce. Cuatro medallas de oro sitúan a una compañía en los puestos superiores de la clasificación. Podría discreparse respecto al proceso mediante el cual se concedieron los puestos a las diversas firmas, porque los resultados fueron el reflejo de las opiniones in verificables de las personas de la organización TI consultadas.

Sin embargo, no es conveniente hacerlo así, porque no hay que depender únicamente de encuestas para evaluar el valor comercial. Cuando los ejecutivos de Tecnologías de la Información invierten dinero, están actuando por cuenta de los accionistas de la compañía y, por lo tanto, el valor de referencia más apropiado para juzgar el valor comercial de innovaciones basadas en el ordenador las relacionaría con beneficios netos, beneficios de operaciones y beneficio sobre el patrimonio de los accionistas.

Para verificar la fiabilidad de las clasificaciones de la revista en cuanto a innovación, hemos llegado a una forma de comparar empresas clasificadas en los primeros y en los últimos lugares. La cuestión estaba en si una compañía que hubiera recibido cuatro medallas de oro ofrecería un valor comercial mayor que una con cuatro medallas de bronce.

Como sólo 450 de las firmas clasificadas por la revista publicaron sus resultados completos, elegimos las 45 firmas con las máximas clasificaciones (como Marshall Industries, Microsoft y Sprint) y comparamos su rendimiento financiero medio con las 45 peor clasificadas (como American Greetings, Tidewater y Textron).

¿En qué medida cumplieron los primeros clasificados con los patrones financieros de la creación de valor? No se sostuvieron.

  • Crecimiento de los ingresos de operaciones en 1998 frente a 1997: Los 45 peor clasificados superaron a los 45 superiores, con un 18.3% y frente a un 15.4%.

    Aumento medio del beneficio neto en cinco años: Los 45 de abajo, 14.8%, frente a 14.3% para los primeros.

    Aumento medio del patrimonio neto en cinco años: También aquí, los 45 de los puestos inferiores superaron a los 45 de los primeros, 18.5% frente a 16.2%

    Aumento medio del número de empleados en cinco años: Ventaja de los 45 primeros, 10.2% contra 8.5%.

Por lo tanto, las 45 firmas de los últimos puestos mostraron unos resultados mejores que los de las 45 primeras en tres de las categorías que determinan el rendimiento comercial. Aunque hubo también otros indicadores interesantes, hemos incluido sólo las comparaciones de aumento en el empleo para cinco años. Respecto al reclutamiento de personal, los “innovadores” de los primeros puestos superaron las tasas de crecimiento de las firmas de los últimos puestos. Los innovadores crecieron con mayor rapidez en personal, pero no en valor comercial. Con frecuencia se argumenta que los beneficios de la innovación se manifiestan sólo a largo plazo. Aunque esto podría ser cierto en relación con muchas empresas de reciente creación, las clasificaciones discutidas aquí sólo cubren firmas ya bien establecidas cuyos valores para los accionistas dependen de un rendimiento financiero tanto histórico como actual.

Allí donde he prestado servicios como CIO o director de sistemas de información, siempre he favorecido la innovación. Sin embargo, la urgencia actual por adoptar nuevas prácticas computerizadas sin analizar los beneficios en dinero efectivo puede resultar perjudicial, sobre todo si una publicación importante aprueba ese punto de vista. Lo mismo que en toda carrera armamentística, la rapidez y el gasto de adoptar soluciones computerizadas deben estar atenuadas por un análisis económico sobrio. Para que una empresa pueda sobrevivir, debe permanecer rentable de manera constante y aumentar el valor para los accionistas a unas tasas superiores a las de sus competidores.

Paul Strassmann es consultor especializado en analizar la rentabilidad de las inversiones en TI. Ha sido Director de TI del Departamento de Defensa de los Estados Unidos y CIO en empresas como Kraft.